3 de enero de 2016

Vocablos indígenas: sufijo -quiva (*post actualizable)

    Los nombres antiguos de Paraguaná: Historias y significados detrás de Todariquiba, Jadacaquiva y Yabuquiba

    La península de Paraguaná, en el estado Falcón, Venezuela, es rica en historia indígena, especialmente la del pueblo caquetío. Sus antiguos asentamientos y nombres guardan historias que, aunque en gran parte desconocidas, sobreviven en la memoria colectiva. Hoy exploraremos los poblados de Todariquiba, Jadacaquiva y Yabuquiba, cuyo pasado nos permite imaginar la vida y las costumbres de los habitantes originarios.


    Todariquiba: Centro del reino de Manaure

    Todariquiba, aunque hoy desaparecido, es conocido por haber sido el centro del reino del cacique Manaure, uno de los líderes indígenas más importantes de la época prehispánica. Manaure fue una figura clave en la historia de la resistencia caquetía contra los conquistadores. Se cree que este poblado fue uno de los lugares más relevantes en la vida de los caquetíos, aunque lamentablemente, con el tiempo, desapareció sin dejar rastros visibles.


    Jadacaquiva: Un nombre cargado de misterio

    Jadacaquiva es un pueblo ubicado en la península de Paraguaná, específicamente en la parroquia civil del municipio Falcón, en el estado Falcón. A pesar de que el origen exacto de su nombre sigue sin ser validado toponímicamente, existen dos versiones populares sobre su significado, ambas fascinantes y llenas de color local.

    La primera versión sostiene que, cuando los conquistadores llegaron a estas tierras con sus caballos, los nativos, que jamás habían visto animales de ese tipo, se llenaron de miedo. Para defenderse de lo que consideraban una amenaza, recogían piedras con la intención de lanzarlas si los caballos intentaban atacarlos. La palabra “Quiba” en caquetío significa "pedra" o "pedruzco", y al enfrentarse a los caballos, los indígenas exclamaban: "¡Jaca...quiba! ¡Jaca...quiba!", que traducido sería algo así como "¡piedra contra esas jacas!".

    La segunda versión está relacionada con un tiempo de sequía prolongada, durante el cual los nativos, para mitigar la sed, utilizaban una técnica que consistía en machacar hierbas contra piedras y luego chupar los manojos o "macoyas". En particular, cuando encontraban una planta llamada "jajato", una hierba suculenta que calmaba la sed al ser chupada, gritaban con alegría: "¡Jajato...quiba!", como diciendo: "¡machaquemos con piedras ese jajato!". Estas historias nos dan una visión única de cómo los nativos interactuaban con su entorno natural y con las nuevas amenazas que trajeron los conquistadores.




Yabuquiba: Un yabal pedregoso

    Yabuquiba se encontraba entre las tierras que, en 1716, adquirió el maestre de campo Don Pedro de la Colina, quien más tarde las transfirió a su cuñado Don Mateo de Manzanal. Tras 1767, el número de propietarios de pequeñas parcelas o aderechados creció, formando la base de lo que es hoy la comunidad de Yabuquiba.

    La palabra "Quiba" también aparece en este topónimo, y al igual que en los casos anteriores, significa "piedra" en caquetío. El nombre antiguo del lugar parece hacer referencia a un "valle pedregoso", probablemente debido a la abundancia de un árbol conocido como "yabo" o "palo verde". De ahí la interpretación de Yabuquiba como "yabal pedregoso", un nombre que refleja tanto el paisaje rocoso de la región como su vegetación característica.


    Conclusión

    Los nombres de estos antiguos poblados —Todariquiba, Jadacaquiva y Yabuquiba— nos conectan con la rica historia de los caquetíos y su relación con la tierra que habitaron. Aunque hoy estos nombres pueden sonar exóticos o lejanos, esconden historias de resistencia, adaptación y convivencia con la naturaleza. Cada uno de ellos es un pequeño fragmento de la historia que aún sobrevive en la península de Paraguaná, en sus tradiciones y en la memoria de quienes viven en la región.



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